Pequeños problemas técnicos cortaron las primeras palabras que ponemos a continuación para que la intervención se vea completa:
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"Lo que voy a presentarles ha sido inspirado por la lectura atenta de la primera parte del libro de Richard L. Kagan, Los cronistas y la corona, Madrid: Marcial Pons, 2010. En la cual aborda las relaciones entre los reyes católicos y la tropa de historiadores que pusieron al servicio de su gloria personal y de sus estados.
Empieza Kagan con una cita de Samuel Purchas, particularmente evocadora para nuestro seminario:
“Aunque ningún historiador se confesará así mismo amigo de la mentira, no obstante, es una verdad histórica que todo hombre y por tanto todo historiador, es un mentiroso” (Samuel Purchas, Microcosmus, or the history of Man, 1627)
Así nos introduce a lo que llama la Historia Oficial, HO, y nos recuerda que quienes la producen, generalmente saben que es falsa, o por lo menos distorsionadita. Si a veces éstos son “gente de segunda fila”, debe reconocer Kagan que entre ellos “se encuentran también a autores de mucho talento”, como Nebrija. En resumen, reconoce el autor, pocos historiadores escribían una historia libre de influencias ideológicas o de pretensiones polémicas. Hasta el punto que el teólogo español Melchor Cano en 1540, puede decir que “aparte de los autores sagrados no existe un historiador que pueda estar considerado verdadero” (p. 26). La única historia verdadera sería, finalmente, la historia sagrada. La verdad solo es de Dios."
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